En la trinchera de Petra Cepeda aun se respiran los olores de la herencia africana que la fenecida folclorista plasmó en los diseños del ajuar de la bomba, expresión que se le salía por los poros porque desde niña, al amparo de sus padres Caridad Brenes y Rafael Cepeda, la tocó, la bailó, la cosió y la cantó.
Por su aportación a la Cultura de Puerto Rico, natural de la Parada 23, en Santurce, era hija de Rafael Cepeda y Caridad Brenes. Junto a sus hermanos se dedicó a preservar la propuesta musical de la bomba y la plena, así como a mantener vivo el legado de su padre. Cantaba, tocaba los barriles de bomba y los panderos de la plena, era declamadora, bailadora de Bomba y coreógrafa.